18 de julio de 2013

Emociones preocupantes en el trabajo

Las emociones forman parte de tu vida, por ello, no debes permanecer ajeno a ellas. Debes aprender a escucharte para conocerte mucho mejor a ti mismo. ¿Qué emociones son agradables y positivas desde un punto de vista laboral? La motivación, la alegría por conocer nuevos compañeros de trabajo, la ilusión de compartir, la esperanza, la gratitud… En cambio, existen otras emociones que no son gratificantes.

Este es el caso, por ejemplo, de la angustia que se puede mostrar a través de un nudo en el estómago constante. Por otra parte, también se puede vivir la sensación de no querer ir al trabajo. No se trata de tener pereza de una forma puntual sino constante. Además, conviene profundizar para ir más allá de esa sensación de apatía y analizar las causas.

Por ejemplo, el trabajador puede sentir que le falta de un sentido en su vida, arrastra sensación de inferioridad o inseguridad… Por supuesto, el estrés y la ansiedad también son emociones que resultan muy poco gratificantes desde un punto de vista laboral. Lo importante es pensar en positivo y entender que aquellos trabajadores que atraviesan por un periodo de dificultad pueden pedir ayuda y acudir al psicólogo.

O también, realizar un proceso de coaching. Leer libros de autoayuda o asistir a cursos de formación también es más que necesario para poder encontrar un punto de apoyo emocional en la rutina laboral. Sencillamente, porque a veces, es difícil desconectar de la presión de la competencia laboral y del rendimiento. Muchas personas trabajan bajo presión.   

Las emociones no sólo pueden desbordar a un trabajador sino también, a aquellos que están en búsqueda activa de empleo. Intenta vivir el presente y cuidar de ti para poder trabajar y disfrutar en tu puesto.