El coaching es un proceso de dialogo mediante el cual el coach ayuda al cliente a encontrar las soluciones y respuestas a sus preguntas y a descubrir su potencial. El coach ayuda a pensar por sí mismo, haciéndole preguntas para obligarle a reflexionar. El proceso de coaching se divide en dos fases bien separadas: Reflexión y Acción.
La Reflexión tiene lugar durante las sesiones de coaching: se trabaja con el cliente los tres conceptos fundamentales sobre los que se basa el coaching: Conciencia, Autocreencia y Responsabilidad.
El cliente debe adquirir cada uno de estos tres principios, para poder lograr los cambios personales o profesionales que necesita.
- la Conciencia: el cliente debe elevar su conciencia, es decir tomar conciencia de la situación para poder actuar sobre ella y cambiarla.
- la Autocreencia: se puede definir como la suma de la Autoestima y la Confianza, que el cliente debe encontrar para reconocer su capacidad de actuación.
-la Responsabilidad: El cliente debe aceptar su responsabilidad y protagonismo en dicha situación, para encontrar la voluntad y perseverancia de conseguir sus metas.
La Acción tiene lugar durante el proceso de coaching, entre sesión y sesión. Consiste en actuar sobre aquello de lo que el cliente ha tomado conciencia, reconocido su capacidad de actuación y asumido su responsabilidad.
FUENTE: http://blogs.laverdad.es
